Convulsión febril

Evaluación de una convulsión febril

Signos de un ataque convulsivo:

• Sacudidas repentinas de la cabeza, el cuerpo y las extremidades
• El niño queda temporalmente inconsciente y sufre una pérdida de conciencia.
• Los ojos pueden estar girados y la mirada parece fija.
• Puede haber evacuación incontrolada de orina o heces.
• Puede producirse una mordedura de lengua, lo que podría provocar saliva con sangre en la boca.
• El niño puede presentar piel caliente y enrojecida debido a la fiebre.
• Normalmente, una convulsión dura aproximadamente 1–2 minutos. Después de la convulsión, el niño puede quedarse dormido por agotamiento.

¿Qué medidas debe tomar?

Marque inmediatamente el número de emergencia 112

• No intente sujetar el cuerpo del niño.
• Proteja al niño de posibles lesiones, especialmente la cabeza.
• Si el niño vomita, colóquelo de lado para evitar atragantarse.
• Si el niño tiene fiebre, puede colocar compresas frías en el pecho y las pantorrillas y desnudar al niño o quitarle el pañal.

Después de la convulsión:

• Hable con el niño y tóquelo para comprobar si responde.
  
  • Si el niño responde al hablar y está despierto, cree un entorno tranquilo y con poca estimulación para que pueda descansar.
    
  • Si el niño no responde, compruebe su respiración.
    • Si la respiración es normal, coloque al niño en posición lateral de seguridad.
    • Si la respiración no es normal, comience la reanimación si es necesario.

Durante una convulsión, es importante mantener la calma y aplicar las medidas mencionadas lo mejor posible para ayudar al niño de la manera más eficaz.